miércoles, 24 de septiembre de 2008

ARTICULO #32

#32

Octubre 7 del 2004 “El buen camino” Pág. 1/2


Lo que voy a contar es realmente una historia verídica, ocurrió de verdad. Como en los cuentos de mi hermano Jorge; son historias que cansan y aburren, porque no tienen sentido. Es esta la historia particular de dos caminos que hoy existen en un lugar de Santiago. Un primer camino que une los edificios de profesores II y el centro de estudiantes y un segundo camino que une las oficinas administrativas con Profesores II.

Aunque llegan al mismo lugar, el primer camino lo bautizamos (yo y cuatro mas) como “el de Don Nicolino”. Es este un camino con subidas y bajadas; precioso, donde uno se cruza con el gran edificio de bibliotecas, donde conoci a Mariana y donde aun siguen enamorándose los estudiantes, y luego pasa un edificio nuevo y curvo, y pasa su iluminado parqueo. En todo su trayecto se camina sobre una superficie muy regular, de asfalto negro y continuo; me imagino que es asfalto de Don chiche. De verdad que es un camino realmente relajante y agradable, en el que nunca te sientes solo (aunque lo estés), ni acosado, ni atemorizado.


Cómo decirles sin que me mal interpreten, que el segundo camino está ligado a nuestro pasado reciente, porque su construcción e inauguración la relaciono a la primera visita que le hiciera el primer hombre del pais. Tiene por nombre el “camino de H”. Es este un camino solo de bajada; vista desde el edificio administrativo, o solo de subida; vista desde Profesores II. Pero en este camino no existe nada más ademas de él y un entorno natural solitario y un poco Barnabas Collins (sombras T). Esta hecho de cuadriculas de hormigón, las que desde su primer momento son poco uniformes y te obligan a caminar incomodo y desnivelado. Es este un camino difícil y merece no existir, si yo manejara el presupuesto y pudiera instruir de seguro lo rehiciera rápido, por solidaridad con quienes tienen que usarlo.

Estamos en un momento de decidir el nuevo nombre de este camino, y no sabemos que nombre poner. Sabemos ya que no vamos a mantener el pasado nombre ( por lo mismo de martes 13).

Queremos llamarle solo “el camino malo de A” hasta que lo vuelvan suave y agradable, como el camino bueno de “Don Nicolino”.

Para entender los cuentos de Jorgito, debieron ser su hermano y conocerlo..… Los comprendo.

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